domingo, 16 de mayo de 2010

La Peluquería del Rock

En uno de mis viajes al litoral central hace algunos años, figuraba yo mirando por la ventana del bus antes de salir de Santiago. Desde la Alameda, los buses solían tomar San Alberto Hurtado (ex General Velásquez) y se dirigían hacia el poniente. Fue en uno de esos viajes cuando la vi. La primera vez creía estar soñando o que había mirado muy rápido y por ende codificado erróneamente los estímulos, pero la próxima no fue así y la vi claramente:


No lo podía creer (y no sólo por la falta de ortografía en "Zeppellin"). Inmediatamente un montón de imágenes se vinieron a mi cabeza: un lugar empapelado de posters de grupos clásicos como Deep Purple, AC/DC, Rush y por supuesto, los grandes de Zeppelin. El ambiente impregnado de música, donde un constante devenir de solos magistrales de Jimmy Page se escuchara entre cortes y lavados de pelo. Peluqueros con champas impresionantes, look rockero auténtico, tijereteando las cabelleras de los clientes y cantando apasionadamente la canción que suene en el momento.
Fantaseando imaginé que podía ir gente a que le extendieran el pelo. Tratamientos para pelados que quieren ser rockeros, ya no a lo Rob Halford, sino a lo Robert Plant. Shows de música en vivo dentro de la misma peluquería, donde las tardes de Zeppelin sean las más cotizadas. Algunos peluqueros capacitados para cualquier "fashion emergency" vinculado a la estética de los 70's. Montones de situaciones hipotéticas venían a mí y más de alguna vez se lo comenté a mis compañeros de viaje o a uno que otro fan de Led Zeppelin.
Por todo esto, en Diciembre del año pasado me decidí a resolver el misterio que había dentro de este lugar tan enigmático. Me dirigí a la estación San Alberto Hurtado de la Línea 1 del Metro, tomé la 105 dirección sur y miré atentamente los carteles de los locales para bajarme a tiempo. Lo ví pasar y paré la micro. Bajé. Caminé hasta el lugar. Entré y...

domingo, 9 de mayo de 2010

Escultura Anti Ciegos

Hace un par de meses caminaba con Pacita (María Paz) por el centro de Santiago, cuando al pasar frente al Palacio de La Moneda notamos que había una nueva adquisición: una escultura de Federico Assler, titulada "Acontecer matérico". Luego de mirarla un rato y opinar acerca de su estética, Pacita señaló que estaba muy mal puesta ya que sería un problema para los ciegos. ¿Por qué? Porque la escultura luce de esta manera:

foto rescatada de elantro.cl

Como se puede ver en la imagen, no existe ningún tope o prolongación de la base que se pueda tantear, por lo que los ciegos al no tener conocimiento de esta nueva adquisición, es muy posible que choquen de frente resultando en una escena muy penosa.
Por esta misma razón, esa misma noche nos dirigimos al computador a escribir una petición al gobierno, pidiendo que pongan un tope o algo para que nadie resulte herido. Al poco rato, llegó de vuelta un correo que decía lo siguiente:


Estimado/a Maximiliano Zagal Morgado
Junto con saludarle cordialmente, informamos a usted que hemos tomado conocimiento de su solicitud efectuada el día 12 de marzo 2010, Nº de folio: 10205 ámbito temático es: Infraestructura y Gestión Cultural

Mensaje:
Estimados,
Escribo por un asunto muy puntual. En la vereda norte de la Alameda, frente al palacio de la moneda hay una escultura de hormigón de Federico Assler, cuya forma es peligrosa para personas no videntes, ya que su base no permite ser tanteada con los bastones, lo que causaría una colisión de frente con la escultura.
Sugiero que se coloque algún tipo de tope o barrera de seguridad para advertir a los transeúntes no videntes.

En respuesta a la misma nos permitimos señalarle lo siguiente:
Al respecto nos permitimos expresarles nuestros agradecimientos por remitirnos su sugerencia en atención a mejorar los servicios que prestamos a la ciudadanía. Ésta será considerada en instancias de evaluación de nuestra gestión.

Atentos a sus solicitudes, le saluda cordialmente

Oficina de Informaciones, Reclamos y Sugerencias (OIRS)
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes


Como puede verse en el correo, la solicitud fue hecha el día 12 de Marzo, o sea, hace bastante tiempo ya, y un buen tiempo luego de que se haya colocado la escultura (2 de Febrero). La idea de sugerir un tope, y no que la quiten, es que como buen amante de las artes, me gusta que se fomente la cultura (y es-cultura) de manera pública y generosa.
La semana pasada me acordé de nuestra querida petición. Me preguntaba si habrán puesto el tope, con la hipotética idea de que si no lo habían hecho iba a aprovechar las ganas de generar intervenciones para poner un ladrillo o algo con un cartel de "Tope para ciegos, no quitar". También se me ocurrió grabar un video dramático de lo que le pasaría a alguien que choca contra la escultura, con variantes de antes y después, etc. Finalmente, todo este constructo imaginario se derrumbó al pasar por el lugar el jueves (6 de Mayo) y darme cuenta que la escultura ¡ya no estaba! Comencé a especular. ¿Habrá pasado algo? ¿Se acabó el contrato? No sabía nada.
Por esto, al llegar a mi casa averigüé y di con la respuesta: un accidente. Don Carlos, un ciudadano con discapacidad visual chocó dramáticamente contra la escultura de hormigón, resultando en (cito noticia) "un fuerte golpe en el pecho, terminando sentado en el suelo con su celular destrozado (lo llevaba en el bolsillo de la camisa)". Fome. Esto llevó a reclamos, enojos, tensión y finalmente, la remoción de la escultura. Lo increíble es que esto se llevó a cabo recién el día 29 de Abril, o sea, 2 meses y 27 días después de haberla colocado, 1 mes y 17 días después de haber yo enviado la petición.

¿Qué se saca de esta experiencia?
  • Primero, ser más conscientes y pensar en los demás al intervenir la ciudad.
  • Segundo, es más conveniente poner un par de ladrillos de 5 kilos cada uno para evitar accidentes, a esperar que suceda algo para tener que mover una escultura de 12 toneladas.
  • Tercero, los terremotos desvían las prioridades del gobierno (claramente tenían cosas más importantes que hacer en la fecha).
¿Algo más?


domingo, 2 de mayo de 2010

Acción Poética de Felicidad 1

Alguna vez Alejandro Jodorowsky contó que junto a su amigo Enrique Lihn realizaban cuando jóvenes una serie de acciones que consideraban como "actos poéticos". Inspirados por el contexto poético de la época, estos actos consistían en desfigurar la realidad, evocar lo inesperado, evidenciar lo impredecible que es la vida. Así se justificaba que llenaran con monedas un maletín que tenía hoyos, y caminaran con él por el centro de Santiago, mientras los transeúntes maravillados/eufóricos recogían las monedas. O también que le entregaran al cobrador de un bus una concha inmensa en vez del pasaje, quien descolocado no se atrevió a decir nada y prosiguió con su trabajo.
Yo no tenía conocimiento de esto cuando un día iba a me comprar un alfajorcito en las máquinas de comida de la universidad y pensé en la desgracia de comprar algo y que no caiga y quede atrapado dentro de la máquina dejando al usuario sin esperanza alguna (ya que posiblemente no tenía más monedas). Luego pensé en la contra-desgracia de comprar algo que a alguien se le haya quedado atascado y obtener 2 por el precio de 1. Luego pensé en la contra-desgracia-feliz de recibir 2 productos por el precio de 1 por sorpresa. Así, aproveché mi abundancia de monedas del momento para comprar 2 alfajorcitos en lugar de 1 y dejar uno dentro para que la próxima persona que compre algo se encontrara con él sorpresivamente. Luego me encontraba como Amelie con su ciego brindando alegrías a gente anónima para mí.
Dejé este cuento de lado por un tiempo, cuando un día se acerca María Paz a ofrecer galletas Gretel de frutilla al mundo, las que fueron tristemente rechazadas por todos (al parecer a nadie le gustan). Estaban cerradas. Luego se me ocurrió realizar lo de las máquinas de comida con ese enorme paquete de galletas, totalmente inesperado. Supuse que lo haría más impresionante también. Pavle quiso que lo grabáramos. Aquí está:



Transcripción del video:

P: ...que me grabís.
M: ¿Por qué no?
Ya espérate, esas son las Gretel.
Muy bien. Son de frutilla, a nadie le gustan, entonces por esta misma razón, vamos a ponerla en un lugar donde la persona que la encuentre va a ser muy feliz solamente por el hecho de que las haya encontrado. Y eso es... en las máquinas de comida. Entonces la persona lo que va a hacer, va a meter una moneda, y va a apretar la combinación para que salga su Chewy o su Doblón o su cagada de dulce que quiera y va a meter la mano y lo que va a encontrar van a ser unas Gretel de frutilla que nadie se quiso comer, pero que fueron puestas ahí por obra de nosotros dos: María Paz y Max. Esto está inspirado en Amelie, Amelia. Ahí está, la persona...
P: Ámelie
M: Amelia, Amelia Poulan. Entonces ahí tú cachai que van a comer unas Mini Mantequilla. ¡Quién va a querer unas Mini Mantequilla!
P: Gran variedad que tiene esta máquina.
M: Claro. Toda vacía. Viste, van a querer unas Apple Chips, la hueá flaite y fome. Y acá si es que uno se pega mucho ve un esbozo de lo que podrían ser las Gretel... pero no. Ahí están. Ya po, eso. Chao.


Una pequeña acción poética encubierta para alegrar el día de alguien que, según las leyes del Karma y del Péndulo y de Jorge Drexler, debiera merecerlo/necesitarlo/apreciarlo profundamente.